Los clásicos del verano

Tras larga ausencia, retomo la sana costumbre de escribir por escribir.
Como todos los veranos, aunque no lo contase aqui, reparto mi tiempo visionario entre dos series que llevo al día y un descubrimiento.
Los clásicos de este verano son Breaking Bad y True Blood, el descubrimiento es Weeds que en su momento fue descartada frente a Californication. Con este trío dejo claro que soy una reina de gustos eclépticos y sin prejuicios.
Como soy impaciente guardo uno de lo clásicos para verlo en maratón, en este caso la seleccionada ha sido Breaking Bad (adoro al profesor White) aunque los comentarios que leído sobre la cuarta temporada me preocupan. En la tercera temporada sufría tanto de capítulo a capítulo que decidí que no volvería a pasar y ahora temo un fiasco momumental, ya les contaré.
Veo a ritmo normal True Blood, puro divertimento morboso, especialmente en esta semana que ví el capítulo 8 con los cánticos católicos de la JMJ de fondo. ¡Fue una experiencia deliciosamente perversa!.
Respecto a Weeds ¡qué decir! He visto las primeras tres temporadas y si me hubieran obedecido cada vez que decía ¡que le corten la cabeza! no se habría rodado una segunda temporada. Weeds aglutina una galería de personajes estúpidos a la norteamericana que crispa los nervios de cualquiera, sin embargo quizás porque lo capítulos son de media hora y gracias a que los personajes de los preadolescentes alternativos y del Black Power femenino, refrescan el ambiente, he podido llegar hasta aquí. Se que hay siete temporadas pero quizás no sea necesario verlo todo.

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